Sabemos que Intel está trabajando en unos procesadores con arquitectura híbrida que combinan núcleos de alta eficiencia y núcleos de alto rendimiento desde que lo oficializó a principios de este año, durante la celebración de la última edición del CES. Pero apenas teníamos detalles que nos permitiesen intuir cómo encajarán estos chips en un mercado, el del PC, para el que son unos completos desconocidos. Ahora ya los tenemos.
No obstante, antes de seguir adelante y profundizar en las características de la arquitectura Alder Lake es importante que recordemos que, en realidad, esta estrategia no es nueva. Los procesadores con arquitectura big.LITTLE de ARM que podemos encontrar en nuestros teléfonos móviles implementan esta idea desde hace muchos años. Y Apple también la ha introducido en los procesadores M1 que podemos encontrar en algunos de sus equipos.
La proximidad de esta arquitectura (Intel ha confirmado que los procesadores Alder Lake llegarán antes de que finalice este año) nos invita a hacernos varias preguntas. La idea a priori es buena, de eso no cabe duda, pero implementarla para que los núcleos de alta eficiencia y alto rendimiento trabajen de forma cohesionada manteniendo la concurrencia no es trivial (todos ellos pueden llevar a cabo trabajo de forma simultánea).
Intel asegura que ha trabajado con Microsoft para que Windows 11 saque el máximo partido a estos procesadores. Y sí, es esencial que lo haga. Confiemos en que también rindan bien en Windows 10, porque, aunque se ha filtrado que el nuevo sistema operativo de Microsoft podría llegar en octubre, cuando estos chips aterricen en las tiendas la plataforma dominante aún será el actual sistema operativo de los de Seattle. En cualquier caso, esto es lo que sabemos actualmente de los microprocesadores Alder Lake.
La arquitectura Alder Lake introduce las memorias DDR5 y la interfaz PCIe 5.0
La primera diapositiva en la que merece la pena que nos detengamos refleja cuáles son los objetivos que persigue Intel con sus nuevos chips. El más importante de todos es la escalabilidad, una característica que debería conseguir que estos procesadores encajen bien en un abanico de dispositivos muy amplio actuando, sencillamente, sobre el número de núcleos de cada tipo que incorporan. Un apunte interesante: para producirlos Intel utilizará fotolitografía de 7 nm.
Como veremos más adelante, los procesadores Alder Lake están capacitados para convivir con memorias DDR5, y también con componentes que utilizan una interfaz de comunicación PCI Express 5.0. Intel se había quedado descolgada de AMD en lo que se refiere a la integración de PCIe 4.0 en sus procesadores para PC, y parece que con estos nuevos chips quiere resarcirse.
Para cerrar el artículo es interesante echar un vistazo al rendimiento de los procesadores Alder Lake comparándolos con la productividad que arrojan los chips Intel Core de 11ª generación. Esta gráfica nos la ha proporcionado la propia Intel, por lo que lo más prudente es que tomemos ese 19% de incremento del rendimiento, que, obviamente, favorece a los nuevos procesadores de esta compañía, con puntillas. Con muchas puntillas. Saldremos de dudas cuando tengamos la oportunidad de probarlos a fondo en nuestras propias instalaciones.