La semana pasada hablábamos largo y tendido sobre el nuevo descubrimiento de Intel y sus ingenieros para con el EPP de Meteor Lake en Linux y cómo habían detectado que cambiando un solo setting podían ganar bastante rendimiento y aumentar el ratio tan buscado en estas CPU de rendimiento/vatio. Pues bien, hoy tenemos datos más claros y concisos sobre todo esto mediante una batería de pruebas, y efectivamente, Intel Meteor Lake consigue un aumento de rendimiento del 7% en Linux con su parche EPP, pero ¿y el consumo?
El parche de Intel prometía bastante, más siendo un cambio ínfimo que parece prácticamente magia, pues solo se modificaba un valor y una línea de código. Pero las primeras impresiones eran tan buenas que Intel decidió enviarlo para su implementación, seguramente, en Linux 6.11, pero, ¿de verdad es tanta la subida de performance como para tanto bombo? Veámoslo.
Las CPU Intel Meteor Lake ganan un 7% de rendimiento de media gracias a su parche EPP
Y eso es una barbaridad para los cambios que se han implementado. Tras una batería de pruebas como siempre muy amplia, los compañeros de Phoronix pusieron a prueba a Ubuntu con Linux 6.10 y el parche de Intel. Tras más de 100 pruebas y benchmarks los datos no ofrecen ninguna duda, puesto que el parche mágico de Intel para Meteor Lake ha supuesto nada menos que un salto de rendimiento del 7% como media.
Como se puede apreciar, hay una mejora que va desde el 2% hasta un impresionante 71,8%, lo que supone que el parche no solamente funciona, sino que realmente es un paso adelante de Intel que, como se espera, repercuta el resto de arquitecturas que está por llegar, léase Lunar Lake como sucesora de Meteor Lake, y Arrow Lake-S.
Visto el rendimiento tenemos que fijar la mirada en el rendimiento por vatio, puesto que de poco sirve un 7% de mejora si el consumo se dispara muy por encima y rompe el buen hacer de este ratio, que es lo que más buscan estas arquitecturas y CPU.
Menor margen de consumo, valores prácticamente idénticos
Lo que podemos ver con esta nueva versión del parche de Intel para Linux es que el valor EPP tiene un impacto en el consumo, como era de esperar obviamente, ya que los P-State se comportan diferente. Lo que ha mostrado la media de estas más de 100 pruebas es que sin el parche el Intel Core Ultra 7 155H iba desde los 16 vatios hasta los 35 vatios aproximadamente.
Esto deja una horquilla más amplia donde la CPU fluctúa libre, lo que permite reducir algo en consumo en momentos muy puntuales. Con el parche instalado lo que vemos es que esa horquilla es menor, y va desde los 20W hasta esos 35W de marras.
Lo que se saca como media en ambos casos es prácticamente idéntico, puesto que ambos casos están entre los 28W y los 29W de media, lo cual entra dentro del margen de error de cualquier medición y supone un aumento ridículo de consumo para la mejora que se obtiene.
En resumen, podemos decir sin riesgo a equivocarnos que Intel ha dado con la tecla y que sus drivers «mágicos» funcionan, que el EPP está siendo clave desde el momento del lanzamiento y que el rendimiento por vatio ha mejorado bastante, poniéndole las cosas más difíciles a AMD y Apple, a la espera de la llegada de Qualcomm. Veremos en breve qué pueden hacer Arrow Lake-S y Lunar Lake en Linux y Windows contra sus contrincantes.